Top 3 noticias del mes de septiembre 2018

No es tarea fácil escoger una “noticia del mes”. En este post comparto las “top 3” o artículos de septiembre 2018 que me parecieron más relevantes de lo que he leído. Los temas aquí reunidos son: la nueva directiva de copyright digital de la Unión Europea, la crisis del liberalismo global, y el proceso de confirmación del juez Kavanaugh. Cada una tiene un comentario breve, e incluyo algunas referencias y libros recomendados.

Críticas a la directiva de derechos de autor de la Unión Europea

La primera noticia del mes proviene del sitio de la EFF –Electronic Frontier Foundation—. El bloguero Cory Doctorow escribe un artículo publicado el 12 de septiembre (ver: Today, Europe Lost Internet. Now, We Fight Back). El tema son las disposiciones contenidas en la nueva directiva comunitaria para controlar los derechos de autor de los contenidos de terceros publicados en sitios de Internet. Un efecto previsible será la creación de complejos “filtros” (Artículo 13) y controles en las plataformas y redes sociales para evitar la posible vulneración de derechos de autor. Es un modelo legal del tipo “dispara primero, pregunta después”. Es decir, primero se bloquea el contenido sospechoso, y luego se atienden posibles reclamos.

Plenario del parlamento Europeo.
European Parliament. Source Wikipedia.  Photo by DAVID ILIFF. License: CC-BY-SA 3.0

La directiva responde a las necesidades planteadas a la EU por las organizaciones comerciales que crean contenido protegido (i.e. los medios masivos), y que buscan cobrar por el uso que se hace de su contenido por terceros. Uso que en muchos casos podría considerarse “no comercial”. Por ejemplo, en el caso de que en una foto personal de un viaje puesta en Instagram aparezca una imagen publicitaria protegida (una foto tomada frente a un cartel de cine).

Los defensores de la directiva han argumentado que se trata de una legislación de base amplia y neutral. Que será necesario ir ajustando para los casos de usos legítimos y no comerciales, y crear excepciones para empresas de poco tamaño y para creadores independientes. Pero que provee una base firme para penalizar los casos reales de vulneración y abuso. Sin embargo, Doctorow desarrolla un buen argumento de cómo la directiva puede perjudicar a las empresas y personas; y podría devenir en un instrumento de vigilancia, censura y ataque a los derechos. En fin, una directiva con efectos globales que busca limitar la libertad en el futuro del Internet.

Renovar el liberalismo

La segunda noticia del mes es este artículo de opinión de la revista The Economist (A manifesto for renewing liberalism) en que se desarrolla una defensa del liberalismo: una visión política y económica del mundo que definen como un compromiso fundacional con la “dignidad individual, los mercados abiertos, el gobierno limitado y el progreso” de la sociedad. Ese mismo liberalismo que una vez fuera revolucionario y renovador, y ahora se encuentra bajo asedio por los movimientos populistas y nacionalistas en varias partes del mundo, en especial USA y Europa.

La crisis liberal en el siglo 19
Fusilamiento de Torrijos, la represión de los liberales por Fernando VII (fuente Wikipedia)

Pareciera que las mismas sociedades que han progresado bajo el manto del liberalismo se han decidido a atacarlo. Es parte de un ataque dirigido a las élites globales injustas y desconectadas de la realidad. Y que está orquestado desde sociedades que nunca antes han sido tan ricas y prósperas. La democracia liberal parece haberse convertido en un instrumento favorito de los opresores, y ya no un sistema de gobierno por todos y para todos. ¿Qué ha salido mal?

La idea que se propone es que el liberalismo, llegado al llamado “fin de la historia” después de la caída del muro de Berlin, perdió de vista sus “valores esenciales”. Se ha convertido en un sistema meritocrático que se dedica a hacer más poderosos a los poderosos y más ricos a los ricos, mientras que impone sanciones y regulaciones a la población en general. La pérdida del enemigo externo significó la creación de un enemigo interno: la justicia social. Y también la pérdida de la capacidad de reforma. En pocas palabras: una meritocracia “cerrada y autosostenida”, fascinada con su propio poder y el buenismo de su misión global.

Pero los ciudadanos ya no se contentan con la mera promesa de una mejor y más próspera sociedad para todos. Sobre todo después de la Gran Recesión del 2008 y el estancamiento económico. Entonces esos “todos” se sienten engañados por el liberalismo. Y empiezan a identificarse cada vez más en grupos divididos por raza, región, cultura, clase, religión o ideología. Y empiezan a votar a partidos extremistas y populistas que fomentan esas divisiones y conflictos, como ha sucedido con la plataforma de Trump, los separatistas catalanes o la extrema derecha alemana AfD —Alternativa para Alemania— . ¿Será posible refundar el liberalismo para volver a sus raíces? (Ver también el ensayo The Economist at 175).

La credibilidad de Kavanaugh cuestionada

La tercera noticia del mes es sobre un proceso político en USA. Aunque el proceso de confirmación del juez Brett Kavanaugh sigue aún en curso, con resultados inciertos aunque previsibles, este artículo de opinión publicado en el periódico inglés The Guardian (Brett Kavanaugh’s credibility has not survived this devastating hearing) me parece una pieza bastante interesante en la discusión sobre la audiencia de confirmación. A lo mejor porque la distancia permite tener un juicio mejor formado que los medios generalmente sesgados en los propios Estados Unidos. En su texto Richard Wolffe toma de frente cada uno de los aspectos de la audiencia y dice claramente lo que la mayoría que lo vivimos pensamos en ese momento.

Sala de audiencias 226 del Senado
Sala de audiencia 226 del Comité Judicial del Senado de los USA (fuente Wikipedia)

La conclusión del autor es que la credibilidad del juez Kavanaugh ha quedado cuestionada de manera irreparable. De esta forma su confirmación será más un ejercicio de imposición política que un proceso de verificación de hechos comprobables. ¿Una prueba más de la hipocresía de las élites? 

No ha sido solo la actitud agria y retadora del juez, su transformación en acusador de una persecución política, la tergiversación de evidencia, los ataques a los senadores que le preguntaban o lo melodramático de sus recuerdos juveniles. Más bien el juez Kavanaugh parece pensar que su estatus como insider del poder le confiere la capacidad de burlarse del proceso de confirmación. Solo la urgencia política de los senadores republicanos, y de la Casa Blanca, es necesaria para dejarlo seguir adelante de esa forma.

Lecturas recomendadas

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